jueves, 1 de noviembre de 2012

LA FELICIDAD EN EL TRABAJO: ¿ES O NO, UNA UTOPÍA?



Hace dos semanas asistí a la III Conferencia sobre Felicidad en el Trabajo, realizada con éxito en A Coruña, promovida por AEDIPE Galicia. Confieso que no estaba del todo convencido debido al  peso que otorgo al termino Felicidad. En cuarenta años de trabajar intentando desarrollar empresas “felices”, nunca me había atrevido a utilizar el termino. Me conformaba con hablar de empresas en las que los trabajadores se sintieran: Contentos, motivados, estimulados, comprometidos, realizados, satisfechos, etc.; nunca me había puesto a pensar que sentirse así, es sentirse felices, plenos.

Después de asistir a la Conferencia, y escuchar los planteamientos, algunos de ellos muy claros y bien razonados, me doy cuenta que perseguir la felicidad en el trabajo y en consecuencia, el éxito de las empresas que lo asumen, es hacia lo que he trabajado toda mi vida profesional; siempre enfocado en el desarrollo de las personas, el aprovechamiento adecuado de su potencialidad, y que ello fuera acompañado del necesario reconocimiento y justa compensación. 

Desde siempre peleé, porque un porcentaje adecuado de los beneficios alcanzados por las mejoras de productividad y en consecuencia mayor rentabilidad de la empresa, se repartieran de forma equitativa entre todos los miembros en forma de reconocimiento extrínseco e intrínseco: Premios en metálico, viajes, estudios, capacitación y formación, y otras mejoras. En algunos clientes fue posible lograrlo, pero no en todos.

Uno de los planteamientos clave de la felicidad en el trabajo es: realizar un trabajo que nos guste y satisfaga. Que nos rete y que requiera de las capacidades y competencias que poseemos. A esto di siempre gran importancia basándome, en aquellos momentos, en el modelo de motivación en el trabajo desarrollado con gran éxito por Frederick Herzberg, con sus factores de Higiene, que “evitan el dolor”, el malestar en la empresa, y con los factores Motivadores, que permiten al individuo “crecer y desarrollarse” personal y profesionalmente en la empresa, y donde el trabajo interesante y retador, es la clave. Siempre he afirmado que el movimiento de Empowerment, surgido en los años 80 y 90, desde mi punto de vista, lo que ha hecho es valorar a la persona y utilizar para ello, como instrumentos de empowerment ("empoderamiento"), los factores motivadores descubiertos y planteados por Herzberg. 

Es indispensable citar las investigaciones y avances  recientes en este campo aportados por el padre de la sicología positiva Martin Seligman, Chris Petersen y otros. Sus contribuciones son clave y han hecho renacer este importante movimiento.

Acorde con esto, aunque yo no hablaba de “Felicidad en el Trabajo”, siempre fue mi gran objetivo a lograr en empresas cliente. Hoy, después de comprenderlo mejor gracias a los conferencistas, ya me siento mucho más cómodo para hablar de la necesidad de promover en nuestras empresas los cambios necesarios para que las personas puedan ser felices en su trabajo. Estamos aún muy lejos de lograrlo, pero poco a poco, se va avanzando más. Prueba de ello es que, en el evento, estaban presentes diversas empresas a través de sus equipos de Recursos Humanos y otros responsables de esta área fundamental.

Finalmente quiero invitaros a estar pendientes de la próxima Conferencia, pero mientras tanto, atentos a lo que varios consultores y empresas vienen contribuyendo con la idea de dejar atrás, en la gran mayoría de nuestras organizaciones, el atraso en estos temas. Sin duda vamos mejorando. Necesitamos acelerar el proceso.