martes, 21 de agosto de 2018

PROCESOS Y DINÁMICAS HUMANAS: LA COMUNICACIÓN Y EL CONFLICTO CATALÁN



Señalaba en la anterior entrega del blog, lo que desde mi punto de vista personal he percibido como, algunos de los graves errores y omisiones efectuadas en el manejo de los procesos y dinámicas humanas, que siempre están presentes en interacciones. Dentro y entre grupos cualesquiera.
En el caso al que he venido haciendo referencia: La crisis entre Cataluña y España. Su pésima gestión y, el inadecuado enfoque dado a la situación, hasta convertirse en un  conflicto abierto. Es lo que en “Gestión y Resolución de Conflictos”, solemos denominar como “Guerra a Muerte”. Muy difícil de resolver porque se ha dejado a las partes hacerse mucho daño mutuamente, durante un largo período de tiempo. Craso error.
Opino que, “difícilmente se haya podido gestionarlo peor”. Queda claro, para mí,  que se ha hecho así, muy deficientemente, a propósito por ambas partes: dirigentes catalanes y españoles. Al hacerse tan mal, el pésimo resultado alcanzado es todo un éxito para las partes en pugna. El resultado obtenido, es en el fondo, lo que ambas partes buscaban.
Ya he señalado, que ese tipo de actividades de resolución de “diferencias y conflictos”, requieren de: interacciones en las que predomine la autenticidad, comunicaciones sinceras,  negociaciones positivas, buena disposición, un mínimo de cooperación, y de participación abierta y sincera. Al no estar presentes esas condiciones, el resultado será siempre deficiente, incluso, llegar a ser realmente caótico. Aunque haya sido, motivado por la presencia de diversas variables, el resultado buscado y conseguido.
Especificaré, el peso e importancia que, en cualquier tipo de reunión que tenga como objetivo la minimización o paralización de un posible conflicto, el papel determinante que juega la buena gestión y el manejo, a lo largo del tiempo, de los procesos y dinámicas que rigen el comportamiento humano en esas situaciones.
Conozcamos y profundicemos, a fin de facilitar ese mayor conocimiento, los Doce Procesos Humanos que los estudiosos del comportamiento humano consideran como: Procesos y/o dinámicas clave para establecer y mantener buenas relaciones, comunicaciones e interacciones entre los seres humanos.
  
LA COMUNICACIÓN
Comenzaré hablando de Comunicación, debido a que se trata del “proceso inicial  de toda actividad de relación e interacción dentro de grupos de cualquier índole”. Incluye, por supuesto, a los equipos.
¡Nada sucede si no se inicia con una conversación, comunicación, intercambio!
Presente en toda actividad humana, la comunicación, es el mecanismo del cual nos valemos para entendernos y lograr acuerdos. Claro, no siempre es fácil. Al haber varias personas, están siempre presentes sus necesidades, intereses, deseos y expectativas distintos. Además, con frecuencia son discrepantes, chocan los deseos de unos con los de otros, tal  como ocurre de manera especial en los grupos. Una buena comunicación e intercambio se convierte en componente esencial para el buen funcionamiento de los mismos. Igualmente, sucede dentro de las organizaciones, partidos políticos, empresas, países y regiones.
Deseo indicar con la finalidad de llamar vuestra atención que: en el fondo y vistos desde una perspectiva muy amplia, se puede afirmar que la mayoría de los procesos humanos  citados, todos en el fondo comunican, transmiten algo”.

TRES DEFINICIONES DE COMUNICACIÓN
  • Es el proceso de relaciones que sucede cuando los interlocutores se sitúan al alcance de sus sentidos. Incluye cualquier actividad verbal o no verbal, deliberada o inconsciente, susceptible de influir: a) En la actuación de uno mismo – Comunicación Intrapersonal. b) En la realizada con otro individuo- Interpersonal.  c) Aquella que se lleva a cabo con varios sujetos a la vez- Grupal.
  • Otra definición: Intercambio de información mediante lenguaje oral, escrito, gestual.
  • Una tercera: Es el proceso de compartir y dialogar, mediante el cual las personas buscan alcanzar algún tipo de entendimiento mutuo.
Las definiciones dejan claro que se trata de un proceso muy común, de carácter universal, que todos los seres  humanos utilizamos y aplicamos continuamente.  Deseo señalar también, que es muy común que, en actividades de cambio y mejora de empresas y otros tipos de organizaciones, cuando los especialistas preguntan: “¿Qué tipo de problemas y/o dificultades percibís de manera más clara?”  La respuesta más generalizada suele ser: “Tenemos serios problemas y dificultades en el ámbito de las comunicaciones”.
Volviendo a la situación catalana, es obvio que los problemas y dificultades de relación y comunicación juegan un papel determinante  dentro de la problemática que se confronta y percibe. Ésta a su vez, está repleta  de una carga emocional real que ha estado muy bien manipulada por los dirigentes independentistas.
Esta realidad, considero que se debe principalmente, a como se han manejado  y utilizado varios de los componentes siempre presentes en toda relación y comunicación. Algunas veces no los percibimos con claridad por encontrarse más o menos ocultos. Resultan, para el común de las personas, ininteligibles, fundamentalmente debido a su desconocimiento. Son difíciles de captar para los neófitos, aún cuando estén presentes con mayor o menor grado de visibilidad durante todo proceso de comunicación e interacción. Hay que estar entrenado y sensibilizado para percibirlos y manejarlos adecuadamente.
Se trata de cinco componentes que, dependiendo de cómo se utilizan y perciben, hacen factible que ocurran distorsiones y dificultades durante el proceso de comunicarse. Empezaremos hablando de uno de los más conocidos. En próximos post estudiaremos los otros cuatro y veremos su importancia e impacto en la buena comunicación e interacciones.
Emisor y Receptor 
El dialogo e intercambio de información se realiza mediante la presencia esencialmente física de los interlocutores. Estos dos roles durante toda actividad de comunicación e interacción se intercambian continuamente. Lo resalto porque con demasiada frecuencia se habla de un “emisor” y de un “receptor”. Este planteamiento no es correcto. Durante la comunicación ambos interlocutores adoptan e intercambian continuamente esos dos roles.
Quien emite un mensaje lo hace siempre con una cierta intención, que solo él (ellos) conoce. Esa intención puede o no, ser tergiversada, adulterada, conscientemente o no, por el receptor a través de su sistema de defensa del Yo. De ocurrir así, el impacto de lo comunicado no reflejará con precisión la intención del emisor. En el intercambio ha sido modificada, adaptada, retocada.
Los mecanismos de defensa, se comportan aquí como barreras de protección. Es a través de las barreras o mecanismos de defensa, como  el mensaje es adulterado, tergiversado. En ello radica el inicio de posibles conflictos. Se conoce como: Ruidos Internos. Y es algo que incluso ocurre en conversaciones y reuniones  informales entre amigos y conocidos. 
Si esta situación no se corrige mediante alguien que actúe como  facilitador o guía de procesos, cada vez más la comunicación entre estas personas o partes, se irá enrareciendo, dificultando, y poco a poco, el conflicto va creciendo “gota a gota” hasta que se desborda. Este, es el origen de los conflictos.
Los conflictos, si no se gestionan al principio, a tiempo y adecuadamente, siempre van a ir en aumento. “El conflicto tiende siempre a escalar, a aumentar”. En buena medida considero que lo señalado forma, sin duda alguna, parte del problema que se vive dentro del conflicto Catalán.
Lo descrito, depende mucho del grado de confianza real que exista entre los  interlocutores. Si predomina desconfianza, envidia, rivalidad, desprecio o similar, la tergiversación ocurrirá continuamente durante las interacciones. De ahí, la gran importancia de poder restablecer la confianza mutua.
Lo señalado nos lleva directamente a referirnos al tema de los ruidos. Tema que estudiaremos en la venidera entrega.