martes, 25 de septiembre de 2018

EL PROCÉS: LIDERAZGO Y ESTABLECIMIENTO DE OBJETIVOS

      
Finalizando la entrega anterior comentaba que continuaría relacionando el manejo y gestión del grave impase y conflicto entre Cataluña y España, afirmando que, desde mi punto de vista, lo hecho por ambas partes en conflicto, ha sido, continúa siendo y aparentemente así continuará permaneciendo, calificable como: producto de una pésima gestión en general, dada la ausencia total de diálogo y mala disposición.

Dicha gestión, está además agravada, por la fuerte carga ideológica y emocional que se desprende principalmente, de la parte pro-independentista, pero realmente con presencia en ambas.
Durante el largo transcurso de tiempo que lleva durando el conflicto, ha acontecido alguna excepción que señalaré, en lo que se refiere a la conducción y manejo eficaz de varios de los procesos y dinámicas esenciales, dentro de lo que se suele prescribir con la finalidad de alcanzar una eficaz gestión de grupos.

No ha sido así, en cuanto al manejo y gestión de las relaciones entre los dos grupos en la pugna. Ha sido y continúa siendo muy deficiente. Claro, se trata de un conflicto donde intervienen demasiadas y poderosas variables que lo transforman en un conflicto más complejo de lo común.
En el presente post, me referiré a otros procesos y dinámicas, presentes siempre en cualquier actividad grupal e igualmente, en situaciones de relaciones y enfrentamientos entre grupos. Hablaré en primer lugar, del proceso de “liderazgo de grupo”.

En los casos de grupos informales, aquellos que surgen de manera más o menos espontánea, al principio siempre ocurre lo que se conoce como “lucha por el poder”. Lógicamente, la finalidad usual, normal de esta “lucha” es: conseguir determinar quién o quiénes van asumir el liderazgo, control o mando del grupo-equipo.
En el caso que nos ocupa de Cataluña, considero que esa “lucha” aparentemente no se ha presentado abiertamente, porque ha estado presente siempre un liderazgo formal, representado por quienes han ostentado la autoridad formal de presidentes de la Generalitat. Los mismos, no siempre muy transparentes, ni muy demócratas en sus actuaciones.
No gobiernan Cataluña de forma realmente democrática. Lo hacen actuando muy parcializados hacia el grupo Pro-independencia. Ignoran y dañan con ese comportamiento al resto de catalanes que no están de acuerdo con la independencia y salirse de España.
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Como ya señalé, al tratarse de grupos formales ya constituidos, que dependen de una o varias autoridades jerárquicas establecidas, esta “lucha” no se presenta debido a la existencia de: un jefe, presidente, o líder formal que los dirige y manda, aunque no lo sea para todos.

En grupos informales suelen ocurrir intentos por asumir el control. Se dan, cuando existen o surgen algunos miembros del grupo total que intentan ser los que “digan la última palabra”, los que manden. De darse esta situación, se suele producir un conflicto de “lucha por el poder”, de diversa magnitud. Durante la misma, el grupo total puede y suele dividirse en dos o tres “bandos” que se inclinan y apoyan a los diferentes posibles dirigentes.
No me siento cómodo de llamarlos líderes, en el caso catalán, por ser extremadamente parcializados. Algo que no hará nunca un buen y verdadero líder. Debido a la presencia de bandos, buena parte de la energía del grupo total, de sus ideas y una importante porción de tiempo, “cada bando”, lo dedica a encontrar formas coherentes de, qué y cómo hacer para vencer o resistirse a los contrarios. Lo hemos visto y vivido en innumerables situaciones de conflicto. En el de Cataluña, sucede continuamente.
Los costes ocultos de estas situaciones conflictivas de lucha por el liderazgo y más, por el poder, producen un desperdicio general que puede llegar a ser bastante elevado, especialmente, cuando es parte de la actividad cotidiana, entre y dentro de diferentes grupos que conforman las diversas secciones dentro de los partidos políticos de uno y otro signo. En el caso de Cataluña, además, por las diversas Asociaciones que participan muy activamente en la política. Son inmensas las secuelas y daños producidos por este gran conflicto.
Finalizo mis comentarios respecto de esta dinámica, agregando que quienes actuaron, por ambas partes, como líderes en esta situación de conflicto, lo han hecho terriblemente mal, parcializados. De ahí en buena medida, el nivel de conflicto abierto alcanzado y por ello, la muy difícil solución.
Llegados a este punto de gran crisis, cada vez se hace más largo, complejo, doloroso y difícil mejorar y llegar a resolver el impase, conflicto. Máxime en el caso que nos ocupa donde lo objetivo y racional ha sido sobrepasado por lo irracional y emocional.

PROCESO DE DETERMINACIÓN DE OBJETIVOS-METAS DE GRUPO

Este proceso o dinámica, al igual que los anteriores citados lo considero crucial en ámbitos donde la presencia de grupos y/ o de equipos de trabajo de cualquier índole, es una realidad.
Destaco aquí, la necesidad de todo grupo o equipo de poder, con la finalidad de aunar, integrar y alinear sus esfuerzos, de ser capaces de establecer de forma clara, participativa, y rápida, objetivos o metas claras para conocer con precisión la dirección a tomar y el trabajo o actividades que deberán llevar a cabo. 
Cuanto más rápidamente se alcance el acuerdo de determinación de los mismos, mejor para el grupo. Esto les ayudara en su esfuerzo por obtener eficacia y productividad en las actividades y gestiones que deben realizar para alcanzar el resultado esperado y/o deseado.
Por ejemplo, determinar: ¿Qué debemos o queremos lograr como grupo / equipo? ¿Qué se espera de nosotros? ¿En cuánto tiempo? ¿Con cuáles especificaciones? Son preguntas e inquietudes que surgen desde el principio y requieren acuerdo para determinar con precisión: ¿Por qué y para qué estamos reunidos?  ¿Qué queremos o debemos lograr? ¿Cómo vamos a organizarnos para realizarlo bien? ¿Cuáles indicadores de medición y control utilizaremos? ¿Quiénes del equipo conocen mejor la actividad? Y varios otros.
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Tener claro hacia dónde ir para evitar confusión, desvíos, pérdidas y/o desperdicio de recursos, de tiempo, eliminar posibles conflictos y otros, es una de las primeras interrogantes que todo grupo o equipo debe resolver.
De la eficaz respuesta depende, que desde el inicio puedan comenzar o no, a trabajar como un equipo de forma eficiente. Para ello, es indispensable contar al menos, con un objetivo común, claro, que facilite y permita la alineación y transparencia de las actividades a ejecutarse, y el mejor aprovechamiento de los recursos y potencialidades con que cuentan.
El objetivo puede y con frecuencia es así, ser el único elemento realmente aglutinante para un grupo de personas que divergen unas de otras en algunos o en muchos aspectos. Determinar qué se espera del grupo y qué se quiere lograr es, básicamente, una definición de objetivos o metas de acción.
En la situación que venimos desarrollando y analizando, es más que obvio que, por diversas circunstancias bien gestionadas y muy bien manipuladas, apoyadas en mentiras, existe un claro objetivo parcialmente aglutinante para uno de los grupos: Independizarse de España. El problema es, que la mayoría de catalanes y, además, casi todos los españoles y europeos, están en contra de ese objetivo.
Ocurre, además, volviendo al tema de determinar objetivos que, existen unos componentes básicos a la hora de garantizarse buenos objetivos, realizables, que no percibo que estén presentes en este caso.
Algunos de estos componentes esenciales son:
  •   Que los objetivos se puedan alcanzar con los recursos y autoridad que se posee ahora.
  •   Que estén bien alineadas con la estrategia, lo que los convierte en oportunos e imperiosos.
  •  Tener una estructura orientada al corto plazo (Un año o algo menos)
  • Permitir el logro resultados tangibles, medibles.
  • Estar basadas en la disposición de la gente: Lo que quieren, están dispuestos, y son capaces de realizar o de ejecutar ahora.
Desde mi conocimiento y percepción, tengo la clara sensación de que, en el caso catalán, no se cumple cabalmente ninguno de los cinco requisitos señalados. Ello me permite, de acuerdo a mi visión, afirmar que se va por una senda equivocada, confusa y sujeta por tanto a una mayor manipulación de la que ya nos tienen acostumbrados y hasta cansados.



viernes, 7 de septiembre de 2018

COMPONENTES DEL PROCESO DE COMUNICACIÓN (Continuación)


Ruidos: Externos – Internos
Culminaba el anterior post destacando como la buena comunicación depende en grado muy elevado del nivel de confianza real que exista entre los interlocutores. Destacaba al mismo tiempo que si lo que predomina es desconfianza, envidia, rivalidad, desprecio por el otro, o algo en esa línea, la tergiversación, dificultad en la comunicación, relación, e interacción, ocurrirá continuamente durante las reuniones y conversaciones. De ahí, la importancia de restablecer la confianza mutua. Dado que no es algo fácil y no siempre es lo deseado. Es por ello que hablamos de ruidos en la comunicación.
Ruidos externos
No hay mucho que explicar dada su simplicidad, como los ruidos externos dificultan una conversación, comunicación, reunión. Resulta obvio que en una estancia ruidosa es imposible escuchar bien y tener una buena comunicación. Se soluciona fácilmente, mudando la reunión a un lugar silencioso, tranquilo.
Ruidos internos
Cuando hablamos de los ruidos internos, estamos muy conscientes de que se trata de algo mucho más complejo, enrevesado y a veces, de imposible solución. Al menos en el corto plazo. Trabajar, gestionar los problemas que generan ruidos internos, suele requerir de mucho trabajo delicado, complejo, mucho esfuerzo y buena disposición. Algo que no existe en el conflicto y menos aún, en el problema de comunicación que nos incumbe: El conflicto catalán.
Aquí, se trata del “ruido entre personas o grupos que se rechazan en algún grado”. A veces producido por la contaminación que surge entre ciertas ideologías, lo que provoca que el grado de rechazo sea muy elevado. Hasta el punto de resistirse y oponerse a conversar, a negociar. De esta forma, la factible resolución del conflicto resulta imposible. Suele tratarse de personas a las que sus sistemas inconscientes de protección del Yo, les impiden o dificultan comunicarse, relacionarse sincera y auténticamente.
Se debe a la presencia de las conocidas popularmente como: “Defensas del Yo”. “Mecanismos de defensa”. Son barreras insalvables que ciertas personas han ido desarrollando y construyendo a lo largo de años, esencialmente motivadas por vivencias y experiencias diversas, usualmente de signo negativo, y con una carga emocional más o menos traumática. Considero que este es un componente de la comunicación de gran potencia y presencia a todo lo largo de los meses de conflicto al que hemos estado expuestos y que lamentablemente, por seguirse igual, no se mejora, ni supera. Todo lo contrario, cada vez escala más. Ahora con los lazos amarillos por todas partes.
Sistemas de intercambio: Una Vía – Dos Vías                                                                                      
Cualquier intercambio o dialogo entre personas implica siempre la utilización de una, o de dos vías de comunicación. Una sola vía es cuando se da información. Generalmente, en esos casos no existe la posibilidad de réplica, diálogo, intercambio, ni de verificación.

Las dos vías, también sistema de Doble vía, conlleva un verdadero intercambio. Ambos interlocutores son emisores y receptores de forma continuada, como ya explicamos. Se espera que cada uno escuche al  otro en sus diversas intervenciones. Lo conocemos y practicamos a diario como: Dialogo, conversación, tertulia, coloquio.
La gran ventaja de la conversación –doble vía – es, que permite una comunicación más exacta, clara, con facilidad de aclarar, replicar y es más fácil garantizar la comprensión, alcanzar una negociación, acuerdo y, lo más importante, un compromiso. Algo que no sucede si simplemente se da información. Con una sola vía, nunca podremos saber si se captó o no el mensaje y si su intención fue clara o tergiversada. Alcanzar acuerdos reales, duraderos requieren de buena comunicación, doble vía.
Lenguaje-Idioma
Es otro de los componentes esenciales para alcanzar una comunicación clara y transparente. Es determinante que los interlocutores hablen el mismo idioma y/o lenguaje. Incluye la idea de que, para lograr una comunicación y transmisión verdadera es imprescindible hablar conociendo y utilizando un lenguaje, expresiones, modismos y otros, que ambas partes conozcan y dominen. En caso contrario la comunicación y transmisión, será pobre.

Un ejemplo, es la dificultad hoy de comprender el “lenguaje” que utilizan los jóvenes a través de las redes. También sucede con lenguas y países donde se usa mucha jerga. Ocurre si estamos en una conferencia técnica de una especialidad que no es la nuestra. Desconocemos el significado de muchas palabras, lo  que nos impide o dificulta alcanzar una buena comprensión. Comunicarse  es “hablar el mismo idioma y lenguaje”. Algo de esto puede sin duda, estar ocurriendo con el conflicto catalán. Unos piensan y estructuran sus pensamientos y lenguaje en catalán, y los otros en español. Así el resultado final, no siempre es coherente para ambas partes.

Arco de Distorsión 
En el caso del conflicto que nos ocupa, ha sido totalmente claro y perceptible observar la nefasta presencia de este componente. Se trata de un fenómeno del que hay que estar muy pendiente. Es un ingrediente de la comunicación cara a cara, presencial, que tal como lo indica su nombre, cuando lo percibimos, es porque se está produciendo comunicación con algún grado de distorsión.
Se percibe claramente si se está entrenado para ello, de lo contrario, resulta con frecuencia difícil de captar.  Hay que estar muy atento. Ocurre cuando un interlocutor está diciendo, manifestando algo y su cuerpo, mímica, gestos, comportamiento general, muestran algún tipo de contradicción con lo que está exponiendo. No existe concordancia entre lo que se dice y la mímica y gestos. Esto  produce dificultades e interferencias en la comunicación y en la transmisión. Un claro ejemplo, son las mentiras que nos cuentan los políticos con cara de inocencia.
Habiendo visto y escuchado en la televisión a políticos de ambos bandos en conflicto, ha sido relativamente fácil percibir muchas veces, en entrevistas, declaraciones, actos televisados y otras interacciones, innumerables arcos de distorsión que restan y quitan validez a manifestaciones efectuadas de parte y parte.

Por lo señalado, y reconociendo que la única posibilidad de llegar a acuerdos aceptables por las partes en conflicto, al que por su terquedad y falta de acciones apropiadas han dejado llegar a su nivel más alto, conflicto abierto, muy, muy difícil de resolver. Es posible  lograrlo pero mediante mucho trabajo, esfuerzo, tiempo y buena disposición que por ahora no se perciben.
Desde mi punto de vista, este conflicto se dejó escalar por falta de acción adecuada en la fase inicial, donde existían mayores posibilidades. Es obvio que es necesario intentarlo. Un primer paso de un largo camino que será imprescindible recorrer, considero que ha sido lo hecho por el nuevo gobierno al reunirse y planificar diversas reuniones. Al menos, intentar iniciar un dialogo.
Los críticos de esta iniciativa de dialogo con la finalidad de alcanzar acuerdos que satisfagan ambas partes, están completamente equivocados. No hay otra forma de posible solución. Diálogo y más dialogo. Es lamentable que no todos los partidos políticos estén colaborando. Sólo se les ve poniendo piedras en el camino, dificultando avances y enrareciendo todo el ambiente en el ámbito nacional. Son políticos y lo esencial para ellos es EL PODER . "Al país, que lo parta un rayo". Veremos qué pasa. En próxima entrega lo relacionaré con otros procesos mal gestionados.
Es mi opinión y visión de esa grave e increíble situación.