En las dos entregas precedentes
señalé que continuaría analizando y comentando lo relativo al manejo y gestión
del conflicto entre Cataluña y España, basándome en los conocimientos y
prácticas que brindan los estudios sobre: “Dinámicas
de Grupos y Equipos”.
Apoyado en ello, afirmé qué desde
mi punto de vista lo realizado a lo largo del “Procés” en los últimos dos o tres años es, producto de una pésima gestión, en
general del conflicto por ambas partes, dada la ausencia total de diálogo, la mala
disposición psicológica existente, y especialmente, la nula aplicación de las “Dinámicas
Humanas en Grupos” y como gestionarlas bien, por parte de las partes
implicadas.
Claro, son otras dinámicas completamente
distintas las que están presentes en los conflictos de tipo político. La
gestión que se ha hecho está, además, agravada por la fuerte carga ideológica y
emocional, que se desprende esencialmente del sector pro-independentista,
pero que realmente, está presente en ambos.
Veo hoy, por un lado, lo que
percibo como estancamiento y deterioro del proceso, y por el otro, la nula disposición
para actuar en pro de la unidad y buscar alguna solución que no sea de ruptura,
tal como se viene resaltando y anunciando cada vez que un dirigente
independentista habla.
Con base en esto, he llegado al
convencimiento de que me estoy sintiendo cansado y aburrido del “espectáculo”
que percibo “cuasi de circo”, por parte de los partidos independentistas y en
especial, de sus dirigentes.
Casi todos sus planteamientos vienen
condicionados, no veo que tengan una base legal real. Casi todo me luce a
manipulación de la ciudadanía. Me doy cuenta que ésta, no cuenta para nada. Tan
solo cuentan aquellos que emocional y ciegamente apoyan el procés y más de lo
mismo.
Al ver que después de tanto tiempo, la
situación no avanza, es por lo que me ha sobrevenido el tedio que me impide
escribir algo interesante, basándome en estudios, investigaciones y avances,
acerca del comportamiento
humano en grupos y como mejorarlos, con la finalidad de conseguir que funcionen
como equipos eficaces conscientes de su realidad, maduros psicológicamente, en
condiciones de alcanzar elevada productividad, clima de funcionamiento
flexible, innovador, retador, constructivo, etc. Tal como sería factible
alcanzar en el conflicto que nos apesadumbra.
Basado en lo que acabo de
señalar, he decidido no continuar escribiendo sobre este tema.
Hacer un análisis de los doce procesos para el manejo de la
situación descrita, es realmente complejo y percibo que no cuento con la información
veraz que se necesita y, además, no tengo verdadero interés en obtenerla,
porque dependiendo del bando del que provenga, es esencialmente parcializada, tramposa,
artificiosa y con esa “realidad” es excesivamente complejo decir algo que valga
la pena.
Si me gustaría dejar claro qué en este
caso concreto, no estoy de acuerdo con la prisión preventiva durante un año que,
sin juicio, les ha caído a varios dirigentes independentistas. Me luce muy
exagerado, y lo veo más, como una venganza
del sistema.