Desde hace
algún tiempo y de alguna manera, creo haberlo
dejado patente en algunos post correspondientes a mi otro blog “Innovar la Gestión”, cuando aprovechando la
coyuntura que se ha producido con el intento independentista en Cataluña, hablé
del tema de “Gestión
y Solución de Conflictos”.
Me he referido,
entre otros aspectos clave, a lo mal que ha sido tratado y gestionado ese grave
conflicto, por las dos partes que protagonizan el mismo. Es obvio que tal como se
ha hecho, refleja todo lo contrario de lo que recomiendan los estudiosos, expertos
y los modelos de solución de esos temas.
En este
blog, más personal y esporádico, quiero aprovechar la ocasión para manifestar
lo estupefacto,
atónito y sobrecogido que me encuentro, como consecuencia de los
resultados a la fecha y debido a algunos de los planteamientos actuales de la situación,
aún después del lógico fracaso obtenido por la fantasiosa, descarada, descocada, e incomprensible aventura independentista, que montó parte
de una importante cantidad de catalanes. Adjetivos que me surgen ante el
doloroso desastre que han infringido a esa, otrora fantástica y avanzada,
Comunidad. (Ver post de: 26 y 28 de septiembre y del 19 de Octubre)
Comentaba
al hablar de las partes: “por qué
digo que resulta verdaderamente triste.
Lo señalo así, porque se trata de las descripciones de comportamientos usuales,
correspondientes a personas inmaduras sicológicamente”.
“Efectivamente, lo que he descrito corresponde a
comportamientos de los tipos de personalidad más rudimentaria y primitiva que
se puede observar en seres humanos
adultos. Las de más bajo nivel del desarrollo, conocidas como: Personalidad Impulsiva, y Personalidad Autodefensiva- Oportunista”.
“Desde mi
punto de vista, esta es una de las razones más profundas que permiten
comprender el porqué, de haber llegado hoy a la realidad que estamos viviendo; a
un Conflicto Abierto”.
A lo largo de los años que se lleva alimentando el proceso, y
desarrollo del conflicto, no han predominado en ningún momento comportamientos
maduros sicológicamente”. De
haber ocurrido los resultados hubieran sido muy distintos.
He tenido que apelar a un modelo desarrollo
de la personalidad y del “Yo” de las personas, para poder explicarme la
presencia y continua utilización de comportamientos, anormales e inmaduros. Impensables
en personas que han alcanzado las más elevadas posiciones políticas y públicas,
en Cataluña.
¿Cómo es posible que todo esto haya
ocurrido tal como lo ha hecho? ¿Qué es lo que obnubila la consciencia de los
ciudadanos seguidores, que aún hoy día, a pesar del daño infringido a “su país”,
a familias, a empresas, grupos y muchos otros, aparentemente continúan en lo
mismo? Tal y como se desprende al
escuchar sus declaraciones diarias en prensa y televisión, sosteniendo la misma
posición. Y lo que es peor, como si no hubiera ocurrido nada.
Desde afuera, sin apasionamientos, algunos
lo veíamos como una “farsa”, como una comedia, “un acto cultural”. Tal y como
finalmente se puede comprobar hoy cuando afirman: “No estábamos preparados”, “no
había el apoyo que decíamos” “todo era simbólico”... Según algunos de ellos,
que ante los nefastos resultados están por fin, aparentemente, “tomando
conciencia” de la realidad.
Nos han mentido hasta la saciedad, y muchos
de los dirigentes continúan haciéndolo con el mayor descaro, como si nada
hubiera pasado. Han creado un clima de lo más desagradable entre millones de
personas, motivado por “su loca aventura narcisista”.
Es que es ¡increíble! No encuentro una
explicación racional y menos, una que se pueda considerar proveniente de
personalidades desarrolladas, maduras sicológicamente. De ser así, jamás se
hubiera llegado, por ambas partes en contienda, a la actual situación. Pienso
que tomará varios años volver a una normalidad estable, equilibrada.
Lo terrible es, que continúan mintiendo
y mintiendo sin el más mínimo rubor.
Luce a simple vista que hay más de un loco con esas ideas, sin prever y sin
importarles demasiado las nefastas consecuencias.
Ojalá, para bien de todos en este
país, la situación al final y gracias a unas elecciones impuestas, pero
completamente legales, la situación mejore y podamos dejar de lado la estupefacción
actual debido a tanto comportamiento inmaduro.