viernes, 7 de septiembre de 2018

COMPONENTES DEL PROCESO DE COMUNICACIÓN (Continuación)


Ruidos: Externos – Internos
Culminaba el anterior post destacando como la buena comunicación depende en grado muy elevado del nivel de confianza real que exista entre los interlocutores. Destacaba al mismo tiempo que si lo que predomina es desconfianza, envidia, rivalidad, desprecio por el otro, o algo en esa línea, la tergiversación, dificultad en la comunicación, relación, e interacción, ocurrirá continuamente durante las reuniones y conversaciones. De ahí, la importancia de restablecer la confianza mutua. Dado que no es algo fácil y no siempre es lo deseado. Es por ello que hablamos de ruidos en la comunicación.
Ruidos externos
No hay mucho que explicar dada su simplicidad, como los ruidos externos dificultan una conversación, comunicación, reunión. Resulta obvio que en una estancia ruidosa es imposible escuchar bien y tener una buena comunicación. Se soluciona fácilmente, mudando la reunión a un lugar silencioso, tranquilo.
Ruidos internos
Cuando hablamos de los ruidos internos, estamos muy conscientes de que se trata de algo mucho más complejo, enrevesado y a veces, de imposible solución. Al menos en el corto plazo. Trabajar, gestionar los problemas que generan ruidos internos, suele requerir de mucho trabajo delicado, complejo, mucho esfuerzo y buena disposición. Algo que no existe en el conflicto y menos aún, en el problema de comunicación que nos incumbe: El conflicto catalán.
Aquí, se trata del “ruido entre personas o grupos que se rechazan en algún grado”. A veces producido por la contaminación que surge entre ciertas ideologías, lo que provoca que el grado de rechazo sea muy elevado. Hasta el punto de resistirse y oponerse a conversar, a negociar. De esta forma, la factible resolución del conflicto resulta imposible. Suele tratarse de personas a las que sus sistemas inconscientes de protección del Yo, les impiden o dificultan comunicarse, relacionarse sincera y auténticamente.
Se debe a la presencia de las conocidas popularmente como: “Defensas del Yo”. “Mecanismos de defensa”. Son barreras insalvables que ciertas personas han ido desarrollando y construyendo a lo largo de años, esencialmente motivadas por vivencias y experiencias diversas, usualmente de signo negativo, y con una carga emocional más o menos traumática. Considero que este es un componente de la comunicación de gran potencia y presencia a todo lo largo de los meses de conflicto al que hemos estado expuestos y que lamentablemente, por seguirse igual, no se mejora, ni supera. Todo lo contrario, cada vez escala más. Ahora con los lazos amarillos por todas partes.
Sistemas de intercambio: Una Vía – Dos Vías                                                                                      
Cualquier intercambio o dialogo entre personas implica siempre la utilización de una, o de dos vías de comunicación. Una sola vía es cuando se da información. Generalmente, en esos casos no existe la posibilidad de réplica, diálogo, intercambio, ni de verificación.

Las dos vías, también sistema de Doble vía, conlleva un verdadero intercambio. Ambos interlocutores son emisores y receptores de forma continuada, como ya explicamos. Se espera que cada uno escuche al  otro en sus diversas intervenciones. Lo conocemos y practicamos a diario como: Dialogo, conversación, tertulia, coloquio.
La gran ventaja de la conversación –doble vía – es, que permite una comunicación más exacta, clara, con facilidad de aclarar, replicar y es más fácil garantizar la comprensión, alcanzar una negociación, acuerdo y, lo más importante, un compromiso. Algo que no sucede si simplemente se da información. Con una sola vía, nunca podremos saber si se captó o no el mensaje y si su intención fue clara o tergiversada. Alcanzar acuerdos reales, duraderos requieren de buena comunicación, doble vía.
Lenguaje-Idioma
Es otro de los componentes esenciales para alcanzar una comunicación clara y transparente. Es determinante que los interlocutores hablen el mismo idioma y/o lenguaje. Incluye la idea de que, para lograr una comunicación y transmisión verdadera es imprescindible hablar conociendo y utilizando un lenguaje, expresiones, modismos y otros, que ambas partes conozcan y dominen. En caso contrario la comunicación y transmisión, será pobre.

Un ejemplo, es la dificultad hoy de comprender el “lenguaje” que utilizan los jóvenes a través de las redes. También sucede con lenguas y países donde se usa mucha jerga. Ocurre si estamos en una conferencia técnica de una especialidad que no es la nuestra. Desconocemos el significado de muchas palabras, lo  que nos impide o dificulta alcanzar una buena comprensión. Comunicarse  es “hablar el mismo idioma y lenguaje”. Algo de esto puede sin duda, estar ocurriendo con el conflicto catalán. Unos piensan y estructuran sus pensamientos y lenguaje en catalán, y los otros en español. Así el resultado final, no siempre es coherente para ambas partes.

Arco de Distorsión 
En el caso del conflicto que nos ocupa, ha sido totalmente claro y perceptible observar la nefasta presencia de este componente. Se trata de un fenómeno del que hay que estar muy pendiente. Es un ingrediente de la comunicación cara a cara, presencial, que tal como lo indica su nombre, cuando lo percibimos, es porque se está produciendo comunicación con algún grado de distorsión.
Se percibe claramente si se está entrenado para ello, de lo contrario, resulta con frecuencia difícil de captar.  Hay que estar muy atento. Ocurre cuando un interlocutor está diciendo, manifestando algo y su cuerpo, mímica, gestos, comportamiento general, muestran algún tipo de contradicción con lo que está exponiendo. No existe concordancia entre lo que se dice y la mímica y gestos. Esto  produce dificultades e interferencias en la comunicación y en la transmisión. Un claro ejemplo, son las mentiras que nos cuentan los políticos con cara de inocencia.
Habiendo visto y escuchado en la televisión a políticos de ambos bandos en conflicto, ha sido relativamente fácil percibir muchas veces, en entrevistas, declaraciones, actos televisados y otras interacciones, innumerables arcos de distorsión que restan y quitan validez a manifestaciones efectuadas de parte y parte.

Por lo señalado, y reconociendo que la única posibilidad de llegar a acuerdos aceptables por las partes en conflicto, al que por su terquedad y falta de acciones apropiadas han dejado llegar a su nivel más alto, conflicto abierto, muy, muy difícil de resolver. Es posible  lograrlo pero mediante mucho trabajo, esfuerzo, tiempo y buena disposición que por ahora no se perciben.
Desde mi punto de vista, este conflicto se dejó escalar por falta de acción adecuada en la fase inicial, donde existían mayores posibilidades. Es obvio que es necesario intentarlo. Un primer paso de un largo camino que será imprescindible recorrer, considero que ha sido lo hecho por el nuevo gobierno al reunirse y planificar diversas reuniones. Al menos, intentar iniciar un dialogo.
Los críticos de esta iniciativa de dialogo con la finalidad de alcanzar acuerdos que satisfagan ambas partes, están completamente equivocados. No hay otra forma de posible solución. Diálogo y más dialogo. Es lamentable que no todos los partidos políticos estén colaborando. Sólo se les ve poniendo piedras en el camino, dificultando avances y enrareciendo todo el ambiente en el ámbito nacional. Son políticos y lo esencial para ellos es EL PODER . "Al país, que lo parta un rayo". Veremos qué pasa. En próxima entrega lo relacionaré con otros procesos mal gestionados.
Es mi opinión y visión de esa grave e increíble situación.



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