Ruidos: Externos – Internos
Culminaba el anterior post destacando como la buena
comunicación depende en grado muy elevado del nivel de confianza real
que exista entre los interlocutores. Destacaba al mismo tiempo que si lo que
predomina es desconfianza, envidia, rivalidad, desprecio por el otro, o
algo en esa lÃnea, la tergiversación, dificultad en la comunicación,
relación, e interacción, ocurrirá continuamente durante las reuniones y
conversaciones. De ahÃ, la importancia de restablecer la confianza mutua. Dado que no es algo fácil y no siempre es lo
deseado. Es por ello que hablamos de ruidos en la comunicación.
Ruidos externos
No hay mucho que explicar dada su
simplicidad, como los ruidos externos dificultan una conversación,
comunicación, reunión. Resulta obvio que en una estancia ruidosa es
imposible escuchar bien y tener una buena comunicación. Se soluciona
fácilmente, mudando la reunión a un lugar silencioso, tranquilo.
Ruidos
internos
Cuando hablamos de los ruidos internos, estamos muy conscientes de que se trata de
algo mucho más complejo, enrevesado y a veces, de imposible solución. Al menos
en el corto plazo. Trabajar, gestionar los problemas que generan ruidos internos, suele requerir de mucho
trabajo delicado, complejo, mucho esfuerzo y buena disposición. Algo que no existe en el conflicto y menos
aún, en el problema de comunicación que nos incumbe: El conflicto catalán.
AquÃ, se trata del “ruido
entre personas o grupos que se rechazan en algún grado”. A veces producido por la contaminación que
surge entre ciertas ideologÃas,
lo que provoca que el grado de rechazo sea muy elevado. Hasta el punto de
resistirse y oponerse a conversar, a negociar. De esta forma, la factible
resolución del conflicto resulta imposible. Suele tratarse de personas a
las que sus sistemas inconscientes de
protección del Yo, les impiden o dificultan comunicarse,
relacionarse sincera y auténticamente.
Se debe a la presencia de las
conocidas popularmente como: “Defensas del Yo”. “Mecanismos
de defensa”. Son barreras insalvables que ciertas personas han
ido desarrollando y construyendo a lo largo de años, esencialmente motivadas por
vivencias y experiencias diversas, usualmente de signo negativo, y con una carga
emocional más o menos traumática. Considero que este es un componente de la
comunicación de gran potencia y presencia a todo lo largo de los meses de
conflicto al que hemos estado expuestos y que lamentablemente, por seguirse
igual, no se mejora, ni supera. Todo lo contrario, cada vez escala más.
Ahora con los lazos amarillos por todas partes.
Sistemas de intercambio: Una VÃa – Dos VÃas
Cualquier intercambio o dialogo
entre personas implica siempre la utilización de una, o de dos
vÃas de comunicación. Una sola vÃa
es cuando se da información. Generalmente, en esos casos no existe la
posibilidad de réplica, diálogo, intercambio, ni de verificación.
Las dos vÃas, también sistema
de Doble vÃa, conlleva un verdadero intercambio. Ambos
interlocutores son emisores y receptores de forma continuada, como ya
explicamos. Se espera que cada uno escuche al
otro en sus diversas intervenciones. Lo conocemos y practicamos a diario
como: Dialogo, conversación, tertulia, coloquio.
La gran ventaja de la
conversación –doble vÃa – es, que permite una comunicación más exacta,
clara, con facilidad de aclarar, replicar y es más fácil garantizar la
comprensión, alcanzar una negociación, acuerdo y, lo más importante, un compromiso. Algo que no sucede si simplemente se da información.
Con una sola vÃa, nunca podremos saber si se captó o no el mensaje y si su
intención fue clara o tergiversada. Alcanzar acuerdos reales, duraderos requieren
de buena comunicación, doble vÃa.
Lenguaje-Idioma
Es otro de los componentes
esenciales para alcanzar una comunicación clara y transparente. Es determinante
que los interlocutores hablen el mismo idioma y/o lenguaje. Incluye la
idea de que, para lograr una comunicación y transmisión verdadera es imprescindible
hablar conociendo y utilizando un lenguaje, expresiones, modismos y otros, que
ambas partes conozcan y dominen. En caso contrario la comunicación y
transmisión, será pobre.
Un ejemplo, es la dificultad hoy
de comprender el “lenguaje” que utilizan los jóvenes a través de las
redes. También sucede con lenguas y paÃses donde se usa mucha jerga.
Ocurre si estamos en una conferencia técnica de una especialidad que no es la
nuestra. Desconocemos el significado de muchas palabras, lo que nos impide o dificulta alcanzar una buena
comprensión. Comunicarse es “hablar el
mismo idioma y lenguaje”. Algo de esto puede sin duda, estar ocurriendo con el
conflicto catalán. Unos piensan y estructuran sus pensamientos y lenguaje en
catalán, y los otros en español. Asà el resultado final, no siempre es
coherente para ambas partes.
Arco de Distorsión
En el caso del conflicto que nos
ocupa, ha sido totalmente claro y perceptible observar la nefasta presencia de
este componente. Se trata de un fenómeno del que hay que estar muy pendiente.
Es un ingrediente de la comunicación cara a cara, presencial, que tal como lo
indica su nombre, cuando lo percibimos, es porque se está produciendo comunicación
con algún grado de distorsión.
Se percibe claramente si se está
entrenado para ello, de lo contrario, resulta con frecuencia difÃcil de captar.
Hay que estar muy atento. Ocurre cuando
un interlocutor está diciendo, manifestando algo y su cuerpo, mÃmica, gestos, comportamiento
general, muestran algún tipo de contradicción con lo que está exponiendo. No
existe concordancia entre lo que se dice y la mÃmica y gestos. Esto produce dificultades e interferencias en la
comunicación y en la transmisión. Un claro ejemplo, son las mentiras que nos
cuentan los polÃticos con cara de inocencia.
Habiendo visto y escuchado en la
televisión a polÃticos de ambos bandos en conflicto, ha sido relativamente
fácil percibir muchas veces, en entrevistas, declaraciones, actos televisados y
otras interacciones, innumerables arcos de distorsión que
restan y quitan validez a manifestaciones efectuadas de parte y parte.
Por lo señalado, y reconociendo
que la única posibilidad de llegar a acuerdos aceptables por las partes en
conflicto, al que por su terquedad y falta de acciones apropiadas han dejado
llegar a su nivel más alto, conflicto abierto,
muy, muy difÃcil de resolver. Es posible lograrlo pero mediante mucho trabajo, esfuerzo,
tiempo y buena disposición que por ahora no se perciben.
Desde mi punto de vista, este
conflicto se dejó escalar por falta de acción adecuada en la fase inicial,
donde existÃan mayores posibilidades. Es obvio que es necesario intentarlo. Un
primer paso de un largo camino que será imprescindible recorrer, considero que
ha sido lo hecho por el nuevo gobierno al reunirse y planificar diversas
reuniones. Al menos, intentar iniciar un dialogo.
Los crÃticos de esta iniciativa
de dialogo con la finalidad de alcanzar acuerdos que satisfagan ambas partes,
están completamente equivocados. No hay otra forma de posible solución. Diálogo
y más dialogo. Es lamentable que no todos los partidos polÃticos estén colaborando. Sólo se les ve poniendo piedras en el camino, dificultando avances y enrareciendo
todo el ambiente en el ámbito nacional. Son polÃticos y lo esencial para ellos
es EL PODER . "Al paÃs, que lo parta un rayo". Veremos qué pasa. En próxima entrega lo relacionaré con otros procesos mal gestionados.
Es mi opinión y visión de esa
grave e increÃble situación.
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